PERCORSI DI PCTO
LICEO SENECA DI BACOLI
Acerca de
BRADISISMO
Con la obra Bradisismo, publicada por Garzanti en 2008, la poesía de Michele Sovente hace aflorar la energía telúrica e imaginativa que había caracterizado la investigación lingüístico-expresiva ya presentada en sus primeras obras. El lenguaje utilizado expresa un denso enjambre de imágenes primordiales, fragmentos de vida vivida, figuras entre lo onírico y lo cotidiano, hasta formar una estratigrafía donde el universo flégreo se une a las tensiones profundas, inquietantes y vitales de la vida contemporánea.
Esta obra, en la que el poeta sigue utilizando las tres lenguas (el latín, el italiano y el dialecto "cappellese"), aparece como una sonda lanzada a las profundidades que busca conectar lo cercano y lo lejano, el malestar y el deseo, el monólogo y el cuento. La forma es la adecuada al diseño del movimiento que no deja paz, que crea inseguridad, que deja marcas en el suelo y en las paredes.
En la poesía que abre la obra están todos los temas fundamentales de su poemario: la escucha del pasado que se convierte en voz presente a través de los restos arqueológicos, la imagen de la tierra excavada por larvas vivas y presencias muertas, las erosiones y los movimientos sísmicos y volcánicos, el trabajo del tiempo que todo lo corrompe, la desintegración de la memoria de la que derivan la pérdida y la limitación, la evolución no hacia un progreso seductor, sino hacia una inevitable pérdida de sí mismo.
Los temas principales del libro son:
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El territorio: el territorio flégreo a merced del bradisismo representa el estado de ánimo del poeta, que siente que no tiene puntos fijos.
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El movimiento: el movimiento de la tierra también afecta a los pueblos. En esta obra también se habla de inmigración en el Mediterráneo.
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La Historia: el continuo movimiento ascendente y descendente de la tierra hace aflorar las huellas del pasado.
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La lengua: la estratificación geológica es también lingüística, por lo que el trilingüismo continúa.
El crítico Alfano[1] ha definido a Sovente poeta sismógrafo, por su capacidad para registrar y descifrar las convulsiones del territorio flégreo, síntoma y alegoría de los desequilibrios sociales de una zona sacudida por la violencia y la explotación. Para el poeta, estar en un territorio dominado por un movimiento perpetuo que le obliga a hundirse y a levantarse equivale a asumir lo inesperado, lo desconocido y los problemas de la existencia.
En Bradisismo, el movimiento telúrico de la Tierra es visto como una especie de eterno retorno a lo mismo. Cada vibración de la Tierra devuelve el mismo instante experimentado en la Tierra. El mismo trilingüismo se considera un movimiento continuo similar a los movimientos de la Tierra, las tres expresiones lingüísticas se entremezclan, como el pasado y el presente coexisten en el mismo sistema natural.
En la obra se entremezclan culturas arcaicas y modernas, un discurso denso que es como un discurso a tres voces.
Este paso de un fenómeno natural a uno social y a uno personal es lo que recorre el libro, de modo que al final, pero también durante la lectura, uno se siente afectado por una especie de vértigo, dado precisamente por el movimiento de la Tierra y en este caso del lenguaje. Este movimiento de la naturaleza a la vida es una importante metáfora que hace de esta obra una de las más maduras del poeta.
Entre los poemas más significativos están Qui stanno le tracce delle mie ferite e Intorno ai laghi flegrei.
[1] G. Alfano, Simonide guarda le rovine. Sui “Superstiti” di Michele Sovente en «Istmi- tracce di vita letteraria», n°31-32, 2013.