PERCORSI DI PCTO
LICEO SENECA DI BACOLI
Acerca de
Il fiato dei Campi Flegrei
Bruciano ancora
i giorni del bradisismo
del secolo scorso, i boati
che di notte scuotevano
le pietre, le vene. Fuggivano
vite. Fuggivano camion
ripieni di cose e lamenti.
Cavernoso il suono
del vuoto inghiottiva
i pensieri. Stanchi corpi
chissà dove andavano,
interrogavano i muri,
i calcinacci, il mare.
Mani e mani ricordo
che si aggrappavano
a un rudere, a una ringhiera.
Nessuno sapeva se ancora
si sarebbe continuato
a dare un nome
ai cari luoghi.
La terra saliva.
Confitti nell’incertezza
i grafici all’infinito
dal sottosuolo trascritti.
Il tempo non si è fermato.
Affannoso ritorna
il fiato dei Campi Flegrei.
Ancora si sente
lo stillicidio del bradisismo.
En esta composición, el poeta relata los días en los que el bradisismo devastó los Campos Flégreos obligando a los lugareños a huir hacia destinos desconocidos.
Ellos no sabían si volverían a ver su querida tierra, que, con su movimiento de ascensión, había alterado todo equilibrio.
Este poema despierta una sensación de miedo y fuerte desorientación, el lector se identifica con los habitantes asustados que huyen despavoridos, desconociendo su destino y lo que ocurrirá en el futuro.
La sensación de inestabilidad permanece en el presente, los Campos Flégreos continúan afligiéndose en el recuerdo de esos días terribles.
La poesía está dividida en tres estrofas: en la primera el poeta asocia los elementos del paisaje a los habitantes; la combinación de “pietre-vene” y la anáfora "fuggivano vite-fuggivano camion" relacionan el elemento antrópico con el natural.
En la segunda estrofa está el relato de la desorientación que lleva a las personas, ya "stanchi corpi", a vagar en busca de una respuesta.
En la última estrofa el recuerdo cobra vida, el "ancora" conecta la memoria con el presente.
Per incanto e abitudine
Per incanto e abitudine
Per poco o molto
stamattina ho sentito
nel sangue muoversi
qualcosa
una spina, eri tu
che mi chiedevi ascolto
rimproverandomi perché
sono sparito.
***
Farmi da lato confondermi
con scorie e detriti
dissolvermi
sono per me necessarie
manovre di sopravvivenza
avendo io da sempre saputo
che l’esistenza
è un labirinto senza
via d’uscita, un imbuto
cieco.
***
Per gioco
per una celeste congiuntura
ho vissuto e vivo
in una città terribilmente
insicura, io
che tra sfilacciati vicoli
e vesuvianeflegree rovine
vado antichi nomi e destini
riannodando
a malandrini succhi
atrabiliari. Per incanto
anche oggi per abitudine
ho spiato il cratere
e sono fuggito.
También en este poema de Controluce, Sovente describe los Campos Flégreos y lo hace asociando a este territorio tan particular, su estado de ánimo. El poeta dice que se siente perdido y confundido, en una existencia que es un laberinto; la ciudad en la que vive es “terribilmente insicura” y está habitada por antiguas presencias a las que el poeta intenta dar forma. Interesante es el adjetivo compuesto “vesuvianeflegree” porque vincula la ciudad de Nápoles con la provincia flégrea.
La poesía está dividida en tres estrofas: en la primera, el poeta se dirige a un Tú indeterminado, que aguijonea al yo lírico y le pide cuentas de su desaparición; en la segunda estrofa, se explica la razón de la desaparición, el poeta tiende a mezclarse con las “scorie” y los “detriti” del paisaje para intentar adaptarse a una existencia sin salida. En la última estrofa, se presenta la ciudad en la que vive, descrita como un lugar en el que las ruinas y los nombres antiguos coexisten con los tristes destinos contemporáneos, representados a través de la imagen de ”malandrini succhi atrabiliari”, recurriendo incluso a un término de origen médico. En los últimos versos aparece el cráter, símbolo de los Campos Flégreos y vínculo entre el arriba y el abajo: el poeta espía en su interior, porque está siempre en contacto con las entrañas de su tierra.